A mí

Te apunto con mis ojos,
espejos del miedo de mi alma
y cual gata asustada
me pego a la pared y te espero.
Te busco en mis noches vacías
y en mi búsquedad me encuentras
con mi alma puesta en la defensa
de mi corazón que es tuyo.
Me encuentras esperándote
dormida en el sofá frente a la lumbre,
tapada con tu manta,
arropada con tu olor.
¿Qué merezco de tu mundo?
¿Cuándo osé reclamar
lo que sabía no era mío?
Me sabes niña caprichosa,
tímida gata presumida,
la más horrenda de las rosas
y, sin embargo, cuando me miras
me regalas tu preciosa sonrisa
y, pese a todo, me amas.


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